En la actualidad hay un enorme número de marketers, que también de empresarios y profesionales que utilizan el video marketing, y observan las bondades que esta nueva técnica de mercadeo les ofrece. Y, como comentamos en anteriores artículos, el video marketing forma parte de las (nuevas) acciones de marketing online que podemos utilizar. No por ello, podemos cometer la equivocación de pensar que todas las acciones de comunicación de nuestra empresa o negocio hoy deben de dirigirse a videomarketing. Ni hoy, ni a buen seguro mañana, pasado o en unos años.

Es importantísimo siempre tener en cuenta, principalmente 2 cosas: nuestro objetivo de comunicación y nuestro público.

Dicho esto, queremos destacar que para cubrir un objetivo determinado, que podría ser aumentar las visitas a nuestra web, aumentar el número de seguidores en redes sociales, aumentar el número de visitantes a nuestra tienda, generar contactos, presentar un nuevo negocio, reafirmar el valor de marca, comunicar una oferta irresistible (para aumentar las ventas) y un largo etcétera de posibilidades, en ocasiones el videomarketing puede ser una opción. En otra no.

Pero, en cualquiera de los casos, o mejor dicho en el primero, vean ustedes que indicamos que “el videomarketing puede ser una opción”. No que estrictamente sea “la mejor opción”. Es decir, pueden haber varias, y si es así es importantísimo que las ponderemos todas, las ajustemos a nuestro presupuesto, y veamos si hacemos una, dos, tres o más.

Lo que queremos decir es que actualmente se comete en muchas ocasiones el error de determinar el solo hacer un tipo de acción, y no combinarla con otras. Sobretodo, en muchos casos, combinar acciones online como offline.

Dentro de las primeras, en cuanto a publicidad online, tendremos por ejemplo el videomarketing, el marketing de contenidos escrito, el social media marketing, el email marketing, el fax marketing, las campañas de publicidad con SMS, el blog marketing viral, los códigos QR,la contratación de contenidos patrocinados en páginas web, los tweets y menciones patrocinados, la publicidad en redes sociales (por ejemplo en Twitter, Facebook, LinkedIN), el networking activo, la publicidad con banners y el SEM. Estas son las principales opciones.

En el segundo grupo, el de la publicidad tradicional o fuera de línea, tendremos la pegada de carteles, el reparto de tarjetas y catálogos, la distribución en buzones o publicidad directa a buzon de folletos y revistas corporativos, el geomarketing selectivo, el mailing postal, la publicidad en revistas, prensa o periódicos especializados y los encartes Es decir acciones de publicidad impresa. Imprimir publicidad ha sido, y sigue siendo, una técnica publicitaria muy utilizada.

Por ende, ¿por qué no combinar este tipo de acciones?. No “a la fuerza”, No de forma obligada. Siempre teniendo en cuenta los objetivos y el público.

Y hablando del público, es importantísimo tener en cuenta cómo va a recibir la publicidad, cómo va a reaccionar ante este estímulo por el soporte decidido y cuanto nos va a permitir alcanzar nuestros objetivos. Todo ello, sumado al coste, nos permitirá decidir cuantos soportes, online o no, son los necesarios para nuestra campaña; entre los que el videomarketing es hoy por hoy, dificil que “no cuadre”. Pero puede suceder, claro que si.

Finalizando, y rubricando lo comentado y en referencia al titular de este artículo de opinión, es clave alejarse de la idea de “¿online o no online?; puesto que la publicidad, y nuestros clientes, pueden ser muy amigos de ambas posibilidades, y estas nos ofrecen llegar de diferente forma. Y estas, pueden ser muy efectivas si se utilizan de forma combinada.